Esta mañana después de nuestro encuentro semanal con Karla Alezard, sobre «Planing Para Mujeres Inspiradas» sentí la necesidad de ponerme en contacto con la naturaleza, expandirme, nutrir mi creatividad y continuar dando vida al audio de meditaciones guiadas en el que estamos trabajando.
Así que empaqué en mi mochila libretas, libros y ordenador. Y sin pensarlo mucho me subí a la montaña para nutrirme del espacio abierto de la naturaleza y dar riendas a la imaginación.
He aprendido que para poder entregar lo mejor de mí, lo primero es cuidar de mí. Esta expresión para algunas personas pudiera sonar egoísta, sin embargo es todo lo contrario, es una manera de tomar responsabilidad. ¿Si no estás bien contigo misma, cómo lo vas a estar con los demás?
Si por el contrario no dedico tiempo para mí en las mañanas, priorizando mi practica de meditación y un desayuno que me aporte energía, reconozco que reacciono de manera irascible ante cualquier estímulo por pequeño que sea. Mi capacidad de conectar con las personas que quiero y de responder efectivamente ante sus necesidades se ve afectada, disminuye notablemente. Así he comprendido que si quiero contribuir a la paz, la alegría y la comunicación efectiva a través de mis relaciones, es mi responsabilidad cultivar estas cualidades en mi interior.
Tu espacio en la naturaleza
Hoy he elegido el espacio natural que me ofrece la montaña para crecer en la realización de mis deseos y nutrir la creatividad.
Sin importar donde te encuentres en este momento te invito a tomar consciencia de tu respiración, del espacio que existe entre cada inhalación y cada exhalación, entre pensamiento y pensamiento. Es en ese espacio que yace la posibilidad infinita, la creatividad, la oportunidad de tomar mejores decisiones. Esas decisiones que apoyan la realización de tus deseos y la satisfacción de tus necesidades.